​​​Tus hijos son tu mayor tesoro. Los amas, los proteges y te esfuerzas cada día por darles lo mejor de ti pero muchas veces te preocupa su conducta.

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Quizás tu hijo tiene miedos que esperabas que a esta edad hubiera superado y le cuesta mucho trabajo separarse de ti, sobre todo en lugares y situaciones nuevas. Se preocupa por lo que va a pasar en el futuro y evita ir a lugares o participar en actividades divertidas, perdiendo oportunidades que otros niños disfrutan. Quizás teme cometer errores y necesita obtener resultados perfectos. No importa cuántas veces le recuerdes que todo estará bien, esto no parece ser suficiente.

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Tal vez lo que te preocupa es que no obedece, te responde en mala forma, te grita, te falta el respeto y hace o dice cosas sin pensar, de las cuales luego se arrepiente.

Es posible que se enoje frecuentemente y cuando lo hace demore mucho en calmarse. Lanza o rompe objetos, da portazos, le da patadas a la pared, grita, lastimándose a sí mismo o a quienes le rodean con sus acciones o palabras. 

Sabes que tu familia necesita ayuda. Has tratado diferentes estrategias pero te has dado cuenta de que no funcionan o funcionan sólo por un tiempo, haciéndote sentir impotente y confundida.

¡Aún hay esperanza! A través de la terapia de juego ayudaremos a tu hijo a expresar sus emociones, a descubrir lo mejor de sí y a crecer, aún en medio del cambio y la adversidad, permitiéndole recuperar la alegría de la infancia.

Permítenos ayudarte a disfrutar otra vez esta etapa que no regresa y a ser la madre o el padre que siempre soñaste ser. 

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